Las empresas productoras de cannabis cuentan con autorización legal para operar y comercializar sus productos para uso médico o recreativo.
En EE.UU., el crecimiento medio de la producción y el consumo es del 16,4% anual y el mercado se estima en 40.000 millones de dólares.
Las “olas” de producción y consumo de cannabis son: (1) despenalización; (2) adopción médica; (3) inversiones masivas; (4) explosión de la burbuja, deflación y saturación del mercado; (5) estratificación, consolidación e integración del mercado, similar al alcohol.
Los riesgos para este negocio son: restricciones legales, rebajas de precios, fiscalidad excesiva y limitación publicitaria.
El método Cash Flow debe considerar eficiencia, rentabilidad, escala de producción, costos, marca, red de distribución, ingreso de inversionistas institucionales, ubicación, posibles fusiones y adquisiciones, entre otros.
Los gobiernos han recaudado millones en impuestos sobre estos productos y las agencias reguladoras juegan un papel importante en la regulación de la producción y el consumo.